jueves, 8 de abril de 2010

Gaudí

Gaudí nació el 25 de junio de 1852 en la ciudad tarraconense de Reus. Estudió en la Escuela Superior de Arquitectura de Barcelona, donde se graduó en 1878. Aunque comenzó a colaborar en algunos proyectos barceloneses siendo estudiante, como el parque de la Ciudadela, donde diseñó las puertas y la fuente monumental, su carrera comenzó con el premio del concurso para las farolas de la plaza Real (1878). Luego realizó la iluminación de la muralla del mar (1880) y, por fin, su primer encargo privado, la casa Vicens (1883-1888), un edificio neomudéjar proyectado para un fabricante de azulejos, en el que ya se aprecia su fuerte personalidad creativa.
Relacionado con los círculos de la revista La Renaixença, el joven Gaudí comenzó a contactar con la emergente burguesía catalana, a la búsqueda de un estilo nacional. Así conoció a su principal mecenas, el empresario textil Eusebi Güell i Bacigalupi, para quien el arquitecto diseñó primero los pabellones de caballerizas de su finca en Pedralbes (1884-1887), y más tarde el palacio Güell (1885-1889) en Barcelona, un edificio neogótico donde ya se intuyen sus obsesiones personales, como el trencadís o mosaico de cerámica fragmentada, los arcos y las cúpulas parabólicas. En estos primeros años, caracterizados por las reminiscencias medievales, se suceden los encargos para la oligarquía y la iglesia catalanas, incluso fuera de Cataluña: villa “El Capricho” de Comillas (1883-1885), palacio episcopal de Astorga (1887-1893), colegio de las Teresianas en Barcelona (1888-1889) y casa de los Botines en León (1891-1892).
Su obra ejerció innumerables influencias sobre las vanguardias históricas, entre las que destacan los paralelismos con el expresionismo alemán y la herencia recogida por Salvador Dalí y otros artistas del surrealismo. Su desconcertante personalidad destaca en la historia de la arquitectura como la de un visionario, que inspiró el camino de las investigaciones estructurales de Pier Luigi Nervi o Félix Candela tanto como el brutalismo expresionista de las últimas obras de Le Corbusier. Sin embargo, su obra fue menospreciada por sus compatriotas noucentistas, defensores de un catalanismo basado en la cordura —el seny— antes que en la aparente locura del genio mediterráneo. Gaudí, recluido sus últimos quince años en la construcción de la Sagrada Familia, murió en Barcelona el 10 de junio de 1926, tras ser atropellado por un tranvía en el cruce de las calles Gran Via de les Corts Catalanes y Bailén.

A CONTINUACIÓN UN VÍDEO SOBRE LA OBRA DE GAUDI

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